Musonda Mumba

Secretaria General de la Convención sobre los humedales

Dr Musonda Mumba

Este año, la celebración del Día Mundial de la Vida Silvestre tiene un significado aún mayor, ya que conmemoramos el 50 aniversario de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres.

Mientras celebramos este importante hito, reflexionemos sobre el tema fundamental de este año: La financiación de la conservación de la vida silvestre.

Desde los humedales que almacenan carbono y mitigan las inundaciones hasta los bosques que albergan el 80% de los anfibios y el 75% de las especies de aves, los ecosistemas que nos rodean son la savia de nuestro planeta. Sin embargo, más de un millón de especies se enfrentan a la amenaza de la extinción. A pesar de esta terrible realidad, la financiación necesaria para proteger estos ecosistemas es muy insuficiente.

Sin embargo, hay esperanza. Mecanismos financieros innovadores y soluciones basadas en la naturaleza están allanando el camino a oportunidades transformadoras en la conservación de la vida salvaje. Estas iniciativas no sólo salvaguardan los hábitats, sino que también capacitan a las comunidades locales y alinean los sistemas económicos con las prioridades medioambientales. Por ejemplo, los humedales proporcionan alimentos, agua y medios de vida a miles de millones de personas en todo el mundo. Al invertir en su protección, en última instancia nos estamos protegiendo a nosotros mismos.

El Día Mundial de la Vida Silvestre 2025 es una celebración de la acción y la colaboración. Es un llamamiento a gobiernos, empresas y particulares para que inviertan en un futuro resiliente para toda la vida en la Tierra. Esta ocasión nos invita a defender soluciones innovadoras, fomentar asociaciones y replantear la conservación de la vida silvestre, no como un coste, sino como una inversión vital en nuestro planeta compartido. Juntos podemos crear un legado de sostenibilidad y esperanza para las generaciones venideras.

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